El EBITDA es un indicador financiero que muestra una aproximación al flujo de caja que genera la empresa en su operación, por lo que es de los indicadores preferidos por los analistas de crédito para evaluar su capacidad de endeudamiento de la empresa y de las calificadoras de riesgo para emitir su dictamen.

Para calcular el EBITDA debemos referirnos a lo que significa cada una de las letras que lo componen. 

E = Earnings

B = Before

I = Interests

T = Taxes

D = Depreciation and

A = Amortization

Al traducirlas al español significa que es la Utilidad antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones.   ¿pero esto que significa?

En resumidas cuentas, para obtener el EBITDA se le debe sumar a la utilidad operacional los gastos reportados por conceptos de depreciaciones y amortizaciones, en otras palabras, los menores valores de la utilidad que no fueron salidas de efectivo.  Con esto se logra reconciliar un proxy del flujo de caja que generó la empresa en determinado periodo.

Ejemplo:

Calcule el EBITDA para una empresa que obtuvo ventas por 1.000 millones, una utilidad operativa de 200 millones tiene gastos por depreciaciones de 10 millones, amortizaciones por 5 millones y una utilidad neta de 70 millones.

EBITDA = Utilidad Operativa (EBIT) + Depreciaciones + Amortizaciones

EBITDA = 200 + 10 + 5 = 215

Ya conoces su definición, ahora vamos a desglosar cada paso para que aprendas a hacer el mejor análisis posible de este indicador ya que para tener una correcta visión de la caja de la compañía debemos tener en la cuenta algunos ajustes.

La utilidad antes de impuestos e intereses es aquella que se obtiene de manera recurrente del desarrollo del objeto social de la compañía.  En cierta medida se asemeja a la utilidad operacional que es el resultado de los ingresos menos los costos y menos los gastos de administración y ventas.  Cómo se mencionó al inicio de este párrafo, nos enfocaremos en los beneficios recurrentes, esto quiere decir que aquellos gasto e ingresos que no se repetirán en periodos futuros deberán ser excluidos del valor de la utilidad. 

Un analista no podrá considerar un ingreso por la venta de un activo como algo que aparecerá en los años futuros ya que estaría inflando las expectativas de ingresos más allá de lo que se consideraría probable.  Siempre que hagas un análisis financiero retira aquellos gastos o ingresos que no volverán a percibirse.  Así que, si la empresa tuvo una pérdida por el pago de una multa, es probable que esta no vuelva a pagarse por lo que deberá analizarse la empresa como si esta no se hubiera tenido que pagar.

En cuanto a las depreciaciones, estas son un menor valor de un activo que se reconoce por su uso y desgaste.  La depreciación es un gasto en el Estado de Resultados y un menor valor del activo en el Balance General.  Es por eso por lo que al sumarle a la Utilidad antes de intereses e impuestos las depreciaciones nos acercamos a la realidad de generación de caja de la empresa.

El EBITDA cobra mayor importancia en empresas industriales con gran cantidad de activos fijos, en este tipo de compañías el gasto en depreciación suele ser alto por lo que la utilidad operativa no muestra la realidad de los recursos que genera la empresa.

En el caso de las amortizaciones sucede lo mismo que con las depreciaciones, disminuyen la utilidad, aunque no haya implicado una salida de efectivo.  Las amortizaciones suelen darse por gastos pagados por anticipado que deben llevarse al gasto en el momento en que se causen.  Por ejemplo, un seguro pagado por anticipado por 5 años, si bien la caja ya se usó para su pago en el momento inicial, para los años siguientes hay que reconocer este gasto en el estado de resultados y disminuir la utilidad.  En este caso ese reconocimiento de gastos no implica la salida de efectivo y es por eso por lo que se suman las amortizaciones.

Espero que con esta explicación quede mucho más claro el porqué el EBITDA es la aproximación de caja de una compañía.  A la utilidad recurrente generada por la operación le devolvemos las salidas que no fueron efectivo (Depreciaciones y amortizaciones) y nos dará una mirada a la realidad de desempeño de la empresa.

Para que se usa el EBITDA

Al dar una apreciación de la generación de caja toma relevancia al momento de evaluar la capacidad de endeudamiento y pago de una empresa.  Indicadores como Pasivo Financiero/EBITDA y EBITDA/gasto financiero son ampliamente utilizadas para determinar la calidad crediticia de una compañía.

El Pasivo Financiero/EBITDA nos dice cuantos años le tomaría a una empresa pagar sus deudas solo con la generación de EBITDA.  Entre más bajo mejor y cuando supera 4 veces, las calificadoras y los bancos ya empiezan a alertar sobre niveles altos de apalancamiento.  

EL indicador EBITDA/Gasto Financiero muestra que tanto EBITDA se genera para pagar los intereses de la deuda dándonos una mirada a la capacidad de pago de corto plazo.