Este viernes 31 de julio el Banco de la República anunció un recorte de tasas de 25pb que deja la tasa de intervención en 2,25%.  Este movimiento disminuye la probabilidad de nuevos recortes, pero nos deja con una alta probabilidad de que el escenario de tasas bajas permanecerá hasta que el empleo sea inferior al 12% o tengamos una fuerte devaluación por salida de capitales.  Te explicamos las razones de esta afirmación.

En su comunicado de prensa la entidad monetaria mencionó que “la demanda agregada observada es más débil que lo previsto, con mayores excesos de la capacidad productiva y un fuerte deterioro del mercado laboral, en un contexto de gran incertidumbre macroeconómica global”.  Lo anterior implica que la economía necesitará apoyo monetario hasta que los excesos mencionados desaparezcan.

Teniendo en la cuenta que a menor desempleo mayor demanda y por lo tanto mayores compras que mitigarían el exceso de capacidad, el empleo se convierte en la variable clave a monitorear.   Esto lo deja claro la Regla de Taylor, que permite que nos enfoquemos en el empleo e inflación para determinar cual es la tasa de intervención apropiada según el nivel de actividad de la economía.

Si nos basamos en los estudios del BanRep y los cálculos que han hecho de la Tasa de Desempleo que no acelera la inflación (NAIRU) se necesitaría una tasa de desempleo inferior al 12% para ver una aceleración en el nivel de precios de la economía.  Así que con un desempleo cercano al 20% el apoyo monetario es crucial y la política monetaria de tasas bajas permanecería hasta que el desempleo se acerque al 12% junto con una tendencia alcista en la inflación.

Puedes conocer sobre la tasa NAIRU en Colombia gracias al paper Inflación y desempleo en Colombia: NAIRU y tasa de desempleo compatible con alcanzar la meta de inflación (1984-2005)

En el párrafo anterior apareció la inflación, que es la segunda variable clave dentro de la regla de Taylor.  En una economía con bajo dinamismo económico y alto desempleo no suele aparecer inflación a menos que esta economía tenga una fuerte depreciación de su moneda o enfrente periodos de escases de productos.  Un ejemplo claro de esta coyuntura es la economía venezolana.

Una de las razones por las que el BanRep será más cauto en próximas decisiones es no perder el atractivo de tasa de interés de nuestros títulos de deuda y así mantener flujo de inversión de portafolio.  Recordemos que los detonantes de pasadas crisis en Colombia ha sido el corte de la financiación externa.  Es clave que en un mundo de tasas de interés cercanas a 0% nuestras tasas sean atractivas pese al riesgo de invertir en una economía emergente.

De este modo, si el riesgo país se dispara ante un PIB que no levanta cabeza, la devaluación del peso colombiano podría ser una estocada final para que tengamos el peor de los escenarios, recesión con inflación generada por los precios de los importados y la necesidad de subir tasas de interés para mitigar la salida de capital.  Esta situación tiene baja probabilidad de ocurrencia si el gobierno hace un correcto manejo fiscal, pero con la creciente deuda consecuencia de la pandemia, podemos decir que el reloj que alerta de una crisis de gran magnitud se ha movido una hora más cerca de la media noche.

En resumen, es probable que la economía inicie una lenta recuperación y las tasas de interés permanezcan bajas por un periodo extendido de tiempo, así que las empresas y consumidores vamn a encontrar créditos eocnómicos en los próximos meses. Sin embargo, siempre hay que monitorear el nivel de endeudamiento del país, el manejo fiscal y el comportamiento de la mora de los créditos bancarios por si tenemos que prepararnos para un escenario de estanflación.