Tras el anuncio del domingo de acogerse al Capítulo 11 en los Estados Unidos, la empresa buscará reorganizar su operación para volver a ser rentable, pero tendría un fuerte impacto sobre el valor de los accionistas.
Recordemos que, tras el previo intercambio de bonos, la nueva deuda está respaldada por la mayoría de los activos de la compañía. Es por esta razón que los tenedores de bonos y acreedores se convertirían en los nuevos accionistas de la compañía bajo una nueva emisión de acciones que podría o no ser listada en bolsa. Las acciones que actualmente cotizan en EEUU podrían continuar su negociación con un valor considerablemente más bajo consecuencia de la posible dilución y posteriormente ingresarían al mercado OTC.
En Colombia la historia puede ser distinta y tener dos posibles escenarios:
El primero y más probable, dado que no tenemos mercado OTC y el amplio potencial de dilución de la reorganización, es que el regulador colombiano decida la suspensión de la acción hasta que se conozcan las condiciones de precio de la nueva estructura de capital de la empresa; situación similar vivió Pacific Rubiales.
La segunda opción es que la SuperFinanciera y la BVC no decidan suspender la negociación por lo que el precio presentaría una fuerte caída, la acción perdería liquidez y con el tiempo se daría el desliste de la acción.
Independiente de los dos caminos que decidan tomar las autoridades en Colombia, lo que si parece seguro es que quienes son accionistas de la compañía recibirán un fuerte impacto en el valor de sus acciones.
En caso de que la acción continúe su negociación el lunes, no sobra recordar la advertencia de la SEC sobre el alto riesgo de adquirir este tipo de acciones durante el inicio del proceso de reorganización. La posibilidad de dilución y desliste debe ser factores claves que todo inversionista debe evaluar.